Una red urbana de senderos es una red interconectada de senderos -veredas de cemento o agrestes- que se construyen dentro del ejido urbano de una ciudad, conectando diferentes puntos de la misma, en contacto con espacios verdes y paisajes y dotados de sentidos diversos sociales, históricos, culturales, ambientales, artísticos y para la salud. Senderos construidos por el uso histórico de las personas que allí viven o por iniciativa oficial.

 A diferencia de los senderos de trekking que se encuentran en zonas naturales más alejadas de los centros urbanos, los senderos urbanos se conciben como espacios de cercanía, accesibles para todas las personas y pensados para un uso inclusivo: infancias, adultos mayores, visitantes y habitantes de todos los barrios. Caminar es una actividad humana habitual y esencial, una práctica cotidiana que, sin embargo, no siempre encuentra un lugar adecuado dentro de la ciudad, donde las opciones suelen limitarse a calles, veredas o algunos sectores verdes aislados.
Una Red Urbana de Senderos propone recuperar el acto de caminar como algo más que un simple desplazamiento. Caminar puede convertirse en una manera de reencontrarnos con otras personas, de compartir tiempo, experiencias y de fortalecer nuestra salud física, mental y emocional. Recorrer distintos senderos en contacto con la naturaleza aporta bienestar y nos da la oportunidad de conectarnos con nuestros sentidos, que difícilmente se logra en el ritmo agitado, urbano y cotidiano.
Al caminar, también desarrollamos una mirada más empática hacia nuestro entorno: una percepción que integra pertenencia, aprendizaje y disfrute. Transitar la ciudad en espacios especialmente pensados para ello nos invita a reconocer que formamos parte de un sistema social y natural que al igual que los senderos, están interconectados en una red.

Existen iniciativas similares como la Red de Senderos Periurbanos en la de Esquel y la Red de Senderos de Ushuaia. A nivel internacional destaca la ciudad de Alicante en España. En Bariloche se han construido en los últimos años varios tramos de senderos y espacios verdes que han tenido una gran aceptación y uso por las personas.

Los senderos urbanos son una buena opción ciudadana para la realización de actividades físicas, sociales, recreativas, culturales y para la salud. Existe una creciente evidencia científica sobre los beneficios para la salud de la actividad al aire libre en contacto con la naturaleza y de la necesidad de concientizar a la población sobre el cuidado del medio ambiente. Esto cobra una mayor importancia dado el aumento de problemas crónicos de salud en las sociedades actuales. La propuesta incluye pensar los senderos tanto para realizar actividad física al aire libre como para también encontrar un lugar de sosiego y de pausa para el ritmo de vida que llevamos en nuestras ciudades. Por otro lado, existe un movimiento mundial de re-naturalizar las ciudades en el sentido de transformar el espacio urbano creando más espacios verdes, recuperando los ríos y arroyos, plantando árboles, etc. lo que genera una mayor calidad de vida; convirtiendo también los senderos en una alternativa posible para el transporte urbano. Son un excelente espacio pedagógico para las infancias y el ámbito educativo en relación al cuidado del medio ambiente.

Cualquier persona, organización o institución puede hacer uso de los mismos. A través de actividades diversas que generen al mismo tiempo un vínculo de cuidado con los mismos y con el medio ambiente de nuestra hermosa ciudad. Escuelas, centros de salud, vecinales, centros de abuelos, talleres de arte, etc. son algunas de las organizaciones que están invitados especialmente para generar actividades y construir una conciencia ciudadana que nos involucre con nuestra ciudad y genere pertenencia e identidad. Así también como contar con el apoyo de empresas, y diferentes actores que puedan contribuir a su construcción y mantenimiento.

Como una red que crece en el tiempo, generando circuitos circulares que vayan conectando diferentes puntos de la ciudad; una propuesta integradora desde lo social, generadora de eventos culturales y una gran oportunidad para mejorar el bienestar público, contribuyendo al cuidado de la salud. Una red que sea usada por un número cada vez mayor de personas y que se convierta en un sello distintivo de una ciudad que se piensa integrada a un ambiente natural rico y biodiverso.